La actividad que traigo la saque de esta página alemana, que encontré por casualidad, y de la que creo que voy a adaptar mucho material porque tiene cosas muy interesantes.
Bueno, en realidad tampoco totalmente por casualidad. Estaba realizando una actividad en clase en la que la cognición espacial tenía bastante importancia. Recordamos que esta capacidad nos sirve para orientarnos a nosotros mismos y a los objetos en el espacio. En algunas de mis alumnas, observé que precisamente en esta parte encontraban muchas dificultades. Como la actividad que yo les había planteado era bastante abstracta, me lancé a la búsqueda de materiales más manipulativos con los que trabajar específicamente este tema, pero sin llegar a ser aburrido para el resto del aula. Y encontré una imagen que adapté luego para ser manipulada, y que me ha dado muy buen resultado en el grupo. Les cuento cómo funciona.
La actividad consiste en montar un puzzle de formas. Pero este puzzle tiene un pequeño truco: al igual que un sudoku, aunque tú pienses que estás haciéndolo bien, puede ser que hayas puesto mal una ficha y luego te quedes con una «colgada» y no encaje.
El «puzzle» que hay que montar
El tipo de fichas que irán en el interior del puzzle
La estructura de la actividad es la siguiente:
- Repartimos a cada alumno/a la ficha de trabajo individual, cuatro colores básicos (rojo, azul, amarillo y verde) y unas tijeras.
- Proyectamos la primera página (el tablero) del material del profesorado. El alumnado colorea su tablero de la misma forma (verás que sólo se colorean las figuras que sobresalen del mismo).
- Vamos proyectando cada una de las fichas. El alumnado las busca dentro de su hoja y las colorea de manera similar.
- El alumnado recorta las fichas e intenta formar el puzzle. Para que el puzzle esté bien formado, tienen que coincidir las fichas en forma y color, y no debe quedar ninguna sin encajar.
Como verás al desarrollar la actividad, la forma de realizar el puzzle se asemeja un poco a un sudoku, pero de forma mucho más simplificada. Además, el hecho de ser una actividad manipulativa, facilita mucho el proceso, ya que no se realiza a un nivel tan abstracto. Por último, la orientación espacial cobra bastante importancia (lo verás cuando observes cómo los alumnos giran las fichas, las mueve…). A mí me interesa mucho trabajar esta capacidad en mi taller por las dificultades que surgieron a raíz de las restricciones de movilidad que impuso el confinamiento en personas mayores. (esto es un supuesto mío, nada confirmado empíricamente).
¡Besoooosssss!